Ridiculandia
"La gazzetta dello ridiculo e stronzo"
La primera gaceta islamica en español de capitales independientes presenta:
Detonadores "Al Kaboom et fils"
articlés pour la protèsté avec violènce
Made in France
jueves, 21 de junio de 2007
30 dias de impunidad
Aunque mucho le pese a algunos, estamos de nuevo al aire.
Fue por espacio de dos quincenas en que las huestes de la opresión y la tirania, sedientas de codicia, impunidad y censura lograron atenuar la llama de la verdad, como quien quiere tapar el sol con un pulgar.
Citando al Cali Fa-Chista (1734-1849), pensador contemporáneo, matemático y fisico-culturista, "Delito fue lo que nos hicieron, pero aún mayor delito seria callarlo…, las huestes de la verdad y la cordura perdieron una batalla, pero no la guerra."
En la crónica de lo que fue una jornada oscura, la mañana del 25 de mayo, desperto intranquila, con cielo gris y llorando tempestuosamente como si Alá anunciara la tragedia pronta a llegar. Asomaban palos y antorchas en el horizonte, el cielo rugia y la tierra temblaba ante el paso uniforme de un ejército marxista-musulmán revolucionario; el destino, las oficinas secretas de Ridiculandia, (antes ubicadas en Kabul).
El murmullo en la distancia se hacia uniforme con cada segundo transcurrido y los cánticos se hacian claros escupiendo injurias como las gotas que no cesaban de caer del cielo, dramatizando el ya tenso clima.
Era un grupo heterogéneo, compuesto por:
Un odontólogo ortodoxo pre-jubilado recientemente transferido al sistema estatal de capitalizacion de Chechenia, de ideología anti-darwinista-pro-lamarckiana, de barbas largas y cabello con rizos de oro, quién se autoproclamó lider del grupo y se jactaba de haber liberado al tibet.
Un deportista retirado de Sud América, aparentemente popular, de comportamiento errático. Con un tatuaje de Fidel Castro en su nalga derecha, y una casaca con el número 3, a quien llamaban sus compañeros y seguidores "El tres".
Un ex obispo alcoholico, excomulgado de la iglesia catolica, luego admitido por la comunidad Budista, y finalmente expulsado de dicha comunidad, portando el Coran en su mano izquierda y una antorcha con ron en su mano derecha, vestido con túnicas de color vino y ocre, y un parche en su ojo izquierdo.
El resto, un grupo de cuatro mercenarios, matones a sueldo, militantes de la faccion anti-coagulista de la Universidad de Transilvania, diplomados en maldad, y becados en ira sin sentido, con pancartas políticas y religiosas, de marcada ideología marxista, (como era de esperarse).
Fue por espacio de dos quincenas en que las huestes de la opresión y la tirania, sedientas de codicia, impunidad y censura lograron atenuar la llama de la verdad, como quien quiere tapar el sol con un pulgar.
Citando al Cali Fa-Chista (1734-1849), pensador contemporáneo, matemático y fisico-culturista, "Delito fue lo que nos hicieron, pero aún mayor delito seria callarlo…, las huestes de la verdad y la cordura perdieron una batalla, pero no la guerra."
En la crónica de lo que fue una jornada oscura, la mañana del 25 de mayo, desperto intranquila, con cielo gris y llorando tempestuosamente como si Alá anunciara la tragedia pronta a llegar. Asomaban palos y antorchas en el horizonte, el cielo rugia y la tierra temblaba ante el paso uniforme de un ejército marxista-musulmán revolucionario; el destino, las oficinas secretas de Ridiculandia, (antes ubicadas en Kabul).
El murmullo en la distancia se hacia uniforme con cada segundo transcurrido y los cánticos se hacian claros escupiendo injurias como las gotas que no cesaban de caer del cielo, dramatizando el ya tenso clima.
Era un grupo heterogéneo, compuesto por:
Un odontólogo ortodoxo pre-jubilado recientemente transferido al sistema estatal de capitalizacion de Chechenia, de ideología anti-darwinista-pro-lamarckiana, de barbas largas y cabello con rizos de oro, quién se autoproclamó lider del grupo y se jactaba de haber liberado al tibet.
Un deportista retirado de Sud América, aparentemente popular, de comportamiento errático. Con un tatuaje de Fidel Castro en su nalga derecha, y una casaca con el número 3, a quien llamaban sus compañeros y seguidores "El tres".
Un ex obispo alcoholico, excomulgado de la iglesia catolica, luego admitido por la comunidad Budista, y finalmente expulsado de dicha comunidad, portando el Coran en su mano izquierda y una antorcha con ron en su mano derecha, vestido con túnicas de color vino y ocre, y un parche en su ojo izquierdo.
El resto, un grupo de cuatro mercenarios, matones a sueldo, militantes de la faccion anti-coagulista de la Universidad de Transilvania, diplomados en maldad, y becados en ira sin sentido, con pancartas políticas y religiosas, de marcada ideología marxista, (como era de esperarse).
Basandose en la superoridad numérica rodearon nuestras instalaciones y al grito de "¡Jihad!" comenzaron una invasión, que mas que edilicia, fue ideológica. Adentro, violencia y destrucción, afuera, el pueblo reunido en torno a la plaza principal, queria saber "¿de qué se trata?".
Las tristes consecuencias…
… todos las conocemos.
Fue un triste silencio de 30 dias; otro derramamiento de sangre en vano, otro acto de cobardia extrema, y finalmente, los atacantes se marcharon en silencio, derrotados ideológicamente, agotados física y espiritualmente, al descubrir que nuestras oficinas ocultas eran un ámbito de prensa libre de difusión de la verdad , y no la Oficina Municipal de Subsidios a Desempleados, ubicada en la calle de enfrente, que era lo que realmente estaban buscando destruir.
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